martes, 21 de febrero de 2012

Con moscas en los ojos.




•Calle Pendeja con 23. 8 am. Estación de bicicletas.

Todos tienen prisa. Corren como diminutas hormigas que se queman las patas con arena caliente, el semáforo danza con la lucecita amarilla, provocando ardor en las rodillas de los ejecutivos y otros tipos de disfraz de paño.
Una anciana que vende dulces se ve obligada a tomar con los dientes las monedas en el piso que una tal Luz le lanzó mientras cruzaba la calle con su caja de chicles sabor a canela roja artificial, para ocultar el hedor de sus papilas debido a su falta de crema dental.
Flip que está a mi lado me mira y dice: Hoy tus moscas tienen sed.  
Yo sonrío.

• 8.30 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Recepción
-Nombre.
-Atea Púrpura.
-Documento de desigualdad.
-143pezpardoconají.
-Edad.  
- 22 y un cuarto.
-¿Tiene cita con el doctor Eggman?
-Me dijo que podría visitarlo,
-Espere por favor en esa sala.

•8:32 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Sala de desespera, con un tv ignorante.
En el canal polimeroidiotez hay un marrano y dos zorras presentando un informe de cómo cazar en el bosque, conseguir carne fresca pisoteando bichitos y no morir en el intento. Interrumpen la emisión para dar paso a una rata que escandalizada muestra las imágenes de un rebaño de ovejas que se cansaron de ser devoradas  y arremetieron contra los lobos.
Flip arruga su nariz y apoya su cabeza en mi hombro y me dice que le agrada el bando de las ovejas negras, yo le doy un beso en la lengüita y le digo que solo las ovejas luchadoras logran ser televisadas y tergiversadas en monstruos.
-Señorita Púrpura, Eggman la espera.
•8:47 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Consultorio 665+1 del Doctor Eggman.
Imagine usted que se encuentra sentada en un sofá y hay dos libros, uno al lado izquierdo y el otro en el derecho. Sobre cada libro una imagen se proyecta y hace sonidos indicando el contenido de sus letras. ¿Cuál tomaría usted? ¿El que le causa confianza porque se relaciona con algo antes visto? O ¿Acaso tomaría ese otro que la aterra y no desea tocar?, si se inclina por la segunda opción desobedecería a lo que su sentido común le advierte ¿No es así?” Atea sus moscas tienen sed porque se están hidratando mal, las moscas pueden morir si usted sigue optando por tomar la segunda opción, mantenga sus moscas en armonía si desea ser una persona normal.
Conozco al Doctor Eggman hace 36 años, sus moscas intimidan y sin embargo son vivaces. Una vez por sugerencia de mi mamá me regalo una de ellas, así que la puse en el lagrimal izquierdo, desafortunadamente murió a los 12 días porque las moscas de los doctores se derriten con el ácido de mis retinas.
Saliendo del consultorio Flip me agarra por la cintura y me dice que tiene hambre, que vamos a comer, que le ruge la panza, que se le metió un león.
•10:23 am. Restaurante Grasa Arterial. Mesa 5.
Un niñito jugando. Un tenedor. Paul come con Lucy. Chocolates con jamón. Clarita es la mesera. Un vagabundo entra y pide pegante con jabón.  Andresito disfrazado de Peter Pan. Amnesia. Un tomate. Angelita y Miguel Ángel. Trip. Corderos. Hannibal Lecter pide mi número.  Soft Rock. John Lemmon. Un Che alegre. Una mariposa muerta. Una canción olvidada.  Una zanahoria congelada. Un cuervo pintado. Flip y sus ojitos de neón me miran.
Flip no tiene moscas, el se las trago.
Flip no tiene edad, el se la bebió.
Flip no tiene dios, el lo hizo bistec.
Flip no tiene alma, él la hizo caramelo y me la regaló.
Cuando conocí a Flip sus manos sudaban y olían a menta con naranja. Estaba sentado pintando a un pintor que se llamaba Flip, que estaba sentado pintando a un pintor que se llamaba Flip.
Lo primero que me dijo fue azul y ahí me enganche a sus pantalones verdes y sus extrañas mechas revueltas con pasto y tierra.
Pedimos Pizza de óleos y malteada de arcilla.

•12:21 pm. Apartamento de Atea. (Flip relata esta parte)
Soy jodidamente suertudo. Tengo las mejores ideas, los mejores ojos, el mejor cuerpo, la mejor sonrisa, la mejor canción, las mejores piernas y hasta las mejores teticas. Tengo a Atea. Eso es lo que tengo. Y también tengo hambre. Siempre tengo hambre. Tengo hambre de Atea.
Estamos en el colchón mirando las estrellas caminando junto al sol. La ropa nos pesa. El teléfono estaba sonando así que me lo comí. Posé mis dedos en el pelo de Atea, baje por su nuca hasta la espalda y le dibuje un camaleón para que le susurrara cosas bonitas. Atea es muy linda, pero no me gustan sus putas moscas. Con una aguja le hago cosquillas en las tijeras y le gusta.
Atea tiembla, yo la cubro con una manta y me encanta verla dormir, pero no me gustan sus putas y apestosas moscas.
Con ella recorremos semáforos y asfalto.
Pasto y tierra. Semillas y desiertos.
Con ella tengo veinte hijos y no somos padres.
Atea sabe a dulce de leche tímido y huele a campos de fresas en invierno.
Atea es muy linda, pero no me gustan sus gran putísimas moscas.
•7:38pm. Apartamento de Atea. Colchón sudado.
Flip duerme con la boca abierta, a veces ronca y otras habla dormido. Siempre deja baba en la almohada. Me coloco los calzoncitos de cartón y su camisa de Lotus Flower. Me siento en el sofá. Al lado derecho un libro con una princesa cantando. Al lado un libro con un tipo mordiéndose los codos.
Flip se levanta y lleva puesto mi vestido negro, se sienta a mi lado y con sus dedos extrae suavemente mis ojos de sus cavidades, posa sus labios sobre ellos chupando las moscas, cuidadosamente los devuelve y me abraza.
Flip me dice: Mierda, sin moscas en los ojos todos vemos mejor y me lee la historia de cierto hombre que se preparo un buffet con sus codos y tobillos.  

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