lunes, 20 de marzo de 2017

AFECTO

La última persona que me dio afecto fue una desconocida que conocí en un aburrido recital de poesía. No entiendo cómo, no entiendo por qué. Durante la noche ella estuvo con dos amigos míos: a uno lo rechazó; con el otro anduvo abrazada hasta pasada la media noche. Cuando el alcohol moría y los gorriones empezaban a cantar, quienes quedábamos acordamos refugiarnos del frío de la madrugada en la casa de un amigo que vivía en los alrededores. Caminamos y charlamos. Para mí la noche ya había terminado y el balance era más bien positivo, sin haber sido una victoria: Por un lado había conversado cómodamente con una chica con la que siempre había querido hablar, por el otro intercambié algunos comentarios y miradas sugestivas con la amiga de un amigo. Para ser sincero, no son cosas que me pasen todos los días, ni mucho menos todas las veces que me embriago, así que me sentía satisfecho.

A pesar de que la casa a la que llegábamos era espaciosa, nuestro anfitrión nos hizo acomodarnos en el sillón de la sala. No me voy a quejar, cualquier cosa es mejor que pasar a la intemperie el frío de la madrugada. Eran alrededor de las 4 de la mañana del domingo y a la casa entrabamos seis personas, tres hombres y tres mujeres, contando al anfitrión. Luego de juguetear con el perro de la casa, un adorable ejemplar por cierto, apagamos las luces y nos acomodamos cuatro personas en el sillón. Yo quedé en uno de los extremos, la joven desconocida a mi lado, luego mi amigo, con quien había estado abrazada toda la noche y por último la chica con la que había charlado durante toda la noche. La otra chica se recostó en una silla y el anfitrión subió a su habitación. 

Nos recostamos como pudimos. Al principio intenté mantener mi distancia, siguiendo la idea de que lo que se comienza en una noche de borrachera se debe concretar en algún momento de la madrugada. No quería interferir con el levante de mi amigo. De hecho, sentía esa extraña combinación entre envidia y orgullo. Ella era preciosa, alta y esbelta, sin muchos senos pero con unas buenas nalgas de las que nacían sus largas piernas. Era de rasgos delicados, ojos grandes y nariz ligeramente redondeada, usaba unas enormes gafas de marco dorado que se quitaba por intervalos y tenía el pelo corto, como el de un niño, lo cual le daba un atractivo aire andrógino. Por lo demás era sumamente interesante, decía tener 25 años, dato del que aun desconfío. Había terminado Economía, no sé en qué prestigiosa universidad, y ahora se dedicaba a estudiar canto lirico. Durante toda la noche estuvo observando nuestro comportamiento, como un etnógrafo. Casi no habló, siempre  nos dejaba parlotear a nosotros… por eso yo le advertía constantemente que nosotros éramos una farsa, lo más deplorable de la cultura. Ella respondía con condescendencia y me decía que no me preocupara, que la estaba pasando bien. Eso me molestaba un poco y luego de un rato de silencio me sentía obligado a preguntarle algo o a irme corriendo hacía cualquier persona igual de patética a mí que quisiera charlar.

En fin, ella recostó su cabeza sobre el torso de mi amigo, y creo que la otra chica también estaba recostada sobre él, o el sobre ella. El caso es que después de un rato, no sé cómo, terminé recostando mi cabeza contra ella. Y peor aún, no sé cómo demonios terminamos tomados de la mano, en medio de la oscuridad, acariciándonos las palmas de las manos. Más sorprendente aun, ella tomó nuestras manos enganchadas y las puso en medio de sus piernas, un poco más arriba de sus rodillas, mientras que con la otra mano me acariciaba la cabeza. “Tienes un cabello muy suave” dijo mientras consentía mi cabeza. No sé qué respondí. Yo estaba embelesado, un poco cansado y aun afectado por el alcohol. Con mi mano empecé a juguetear entre sus piernas, acariciando sus rodillas juntas como si fueran una vagina imaginaria. La tela de su pantalón era aterciopelada y la piel de sus piernas era blanda y tibia.  Metía mis dedos, los sacaba y los giraba con suavidad en su entrepierna baja. Ella seguía acariciándome la cabeza. Por un momento pensé que esto era una especie de masturbación a distancia, cincuenta centímetros debajo de donde debería estar sucediendo o una meta-masturbación, una masturbación simbólica, un acto erótico y secreto, auspiciado por la oscuridad de la madrugada. Recostado en su regazo veía como su abdomen se contraía una y otra vez, rítmicamente. Tan complacido como frustrado pensaba que esta clase de cosas siempre suceden así, a medias, en momentos completamente inconvenientes, en presencia de un montón de gente que no debería estar allí.

Y luego empezó a amanecer. Una luz mortecina empezaba a entrar desde las tejas translucidas del patio. Sin el albergue de la oscuridad ya nada de este jugueteo tenía sentido. Saque mi mano, abracé un cojín y me quedé dormido.


A las siete y media el anfitrión nos despertó. Ya era hora de que nos fuéramos. Salimos algo aturdidos. Afuera el sol brillaba y sus rayos calentaban con tibieza. Seguimos caminando hasta la estación de bus más cercana. Charlamos y reímos todos un poco. Como yo vivo al otro extremo de la ciudad, tuve que coger un bus solo, así que me despedí de todos. Fue una despedida normal, como si en la madrugada no hubiera pasado nada. No le pregunté ni si quiera el nombre, simplemente me monté en mi bus y me fui. Nunca más la volví a ver. 

sábado, 18 de marzo de 2017

Hoy vi mi reflejo en el espejo

Hoy vi mi reflejo en el espejo y observe mis arrugas. Pensé con dolor en lo poco que había culiado.
Hoy vi mi reflejo en el espejo y encontré una cana. -¿Una cana a los 22?- dije, y medité incrédulo sobre la experiencia y la sabiduría.
Hoy vi mi reflejo en el espejo y no vi nada ¿No dicen los doctores que el espejo no es un signo?

Hoy vi mi reflejo una y mil veces en el espejo. En mis nudillos ensangrentados un montón de esquirlas. En mi mente, el vacío. 

domingo, 12 de marzo de 2017

ENAJENADO


Sedado con horas y horas de publicidad
suministrada por vía audiovisual
a través de la caja mágica
yo mismo soy el más claro ejemplo
de lo que significa
una vida alienada.