domingo, 18 de enero de 2015

Ilusión Económica

Sueño con que un día la economía global de se desplome y que los Estados se vengan abajo por su propio y colosal peso. Que el dinero pierda completamente su valor simbólico, y que el papel moneda no sirva si quiera para limpiar las lágrimas de los hombres.

Tengo la ilusión de que las corporaciones cierren sorpresivamente un día y las hordas de oficinistas desempleados siembren el caos y la destrucción en los monumentales templos que el capitalismo ha erigido para sí en nombre del desarrollo. 

Imagino que, un día, los centros comerciales serán saqueados, pasados por fuego, limpiados por la impecable lengua de la masa enardecida y necesitada.

Veo a la miseria tomándose  el mundo, y no existirá hegemonía violenta que los detenga.
Las instituciones serán desmanteladas por una Hidra de infinitas cabezas, sedienta de venganza y sangre. La criatura se moverá violentamente, sin ningún orden ni ideología ni mucho menos liderazgo; solo la ira en sus ojos escarlata y la violencia en sus manos callosas. Los banqueros y empresarios serán ajusticiados en las plazas públicas.

La barbarie se convertirá en el pan de cada día. Cada cual tendrá que defender su mundo, porque el Mundo ha caído.

El caos se posará sobre el mundo con su grácil movimiento, y bajo su obscuro manto, la más implacable justicia animal, juzgando a la sucia humanidad.  

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