miércoles, 11 de febrero de 2015

Resentido

Escribo porquerías mientas camino
digiriendo el odio sonriente
                el rencor silente

Busco desesperado
 un signo
                una señal
                               un designio
                                               un atisbo de esperanza

Pero como dicen las chicas que gritan a mi lado:
                                                                              … y nada!

Mis tripas se constriñen al oír
el firme zapateo de la gente que se acerca
Preparo la sonrisa que he de fingir
los gases que he de ocultar

Y recuerdo que no todo puede ser soledad,
                                                          introspección y reflexión silenciosa.

Que también debo mostrar mi rostro en público
y confrontar mi abominable semblante con los otros.

Pienso en lo mucho que detesto las sonrisas
la gente rica y la gente pobre
la ropa deportiva y los sacos de lana
el pelo largo y las sienes rapadas
los rostros afilados y los hombros anchos
los ganadores y los perdedores
y todas estas cosas llenas de contrastes.


Me doy cuenta, que a fin de cuentas
soy un odioso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario