miércoles, 28 de diciembre de 2011

inquinistecia

Hoy quiero bombardear muertos, resucitarlos del coito de dios, embriagarlos en sustancias impuras, escupirlos en pus prostituida, emitir putrefacción en los oídos bucólicos de los esfínteres sangrantes, manosear su palabra, desordenar sus sentidos, sonar tierno mientras eyacula el cerebro, quemar poetas cursis y hundirlos en el cielo para que sean violados entre placeres de proxenetas asiáticos y encarnizados hikikomoris.

Me río de la misantropía porque me yace en todo el cuerpo, me envidia la primera persona, me siente el ritmo cansado, me enjuaga el tercer sentimiento y muere el viento caliente

Por fin algo se termina, ya cansado y enfermo casi nuevo en la fantasía, casi muerto en la soledad, nada hace efecto, todo amputado y cercenado por la semilla del adiós

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