miércoles, 31 de julio de 2013

Le odio

Lo detesto.

Detesto al sujeto que aparece en el espejo cada vez que me paro frente a él. Odio sus labios gruesos, su boca grande y sus ojos extremadamente pequeños. Odio también su corte “moderno”, su torso grueso y sus brazos delgados. Odio sus grandes, gordas y gelatinosas piernas. Odio sus profundas ojeras y su cara accidentada. Además, odio su nariz llena de espinillas y su espalda brotada… Le odio de forma integral, tanto física como psicológicamente.

Odio al sujeto que está ahí, quieto, de pie.


Y después de todo no logro expresar lo mucho que me detesto. 

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