-Si, ojala no se ponga de estúpido a publicar eso…
-Idiotas, es solo un ejercicio… y de paso una carta para ella.
No, no necesito
dormir solo necesito de tus babitas, de tus babitas calladas por toda mi cara,
de tu pelo enredándose en mis dientes, de tus téticas caídas debajo de mi
diafragma, de tu espalda ancha y pequeña que más parece un oso Teddy de huesos
negros, de tu olor a perritos sarnosos a encierro a colegio a soledad a libros
olvidados y mohosos. Solo quiero escribir, escribirte poemas rotos, sueños
inconclusos, plagios cortos y rápidos como cuando cortas tiras de papel
celofán, cuentos de palomas metálicas y países colosales y señores franceses
que huelen mucho y que vomitan conejitos, conejitos que luego se ponen a tirar
como locos y lo destruyen todo y luego llegan a una biblioteca gigante y todo
mundo se pierde por que es una figura infinita y geométrica y el bibliotecario
está ciego y no le gusta el futbol y son todos famosos famosísimos y yo estoy
acá en mi casa haciendo ni mierda botando mi tiempo y pensando en tu pelo
salvaje y en tu estatura mientras escucho como un tipo canta que es un tren
loco y que algo después de la lluvia y que va y que el tren loco y suenan las
guitarras y a mí se me antoja un viaje al mejor estilo de nuestros libros y me
dan ganas de llenar mi aire un papel lleno de hojitas felices que me dicen
bienvenido vamos a flotar juntos, pero no hay plata y entonces me quedo con las
ganas de viajar, me quedo con las ganas de tenerte cerquita y de decirte cosas
bobas al oído, pasito, como que te extraño y todas esas maricaditas que se
dicen los novios y verte los ojos para que me digas cosas con esos ojitos
grandes y tristes como el sol de las cuatro de la tarde. Y tú siempre tan calladita,
como esos potreros abandonados detrás de mi casa donde las ranas croan cuando
hay luna llena y me das miedo porque no sé lo que piensas, porque hay una
especie de niebla de humo verde que me cofunde y me deja gringo y entonces empiezo a mirar dentro
de mi nuez y todo es un complique y una paranoia absoluta y siento que se va a
reventar y que es inminente como las
bombas de los niños en las fiestas de cumpleaños, asustadas de que en cualquier
momento esas manitas llenas de ponqué y mocos las revienten y las maten y
queden solo pedacitos de caucho retorcido y babeado que va directico a la
basura. Pues así esta mi cabecita, bien paranoica, y las pelotas amarillas que
me regalan me dan un poco de distracción pero no me claman mucho, entonces me
pongo a leer un poco esos buenos libros que en realidad no son más que ceros y
unos organizados de una manera infernal y me pongo a pensar en ti y en si tengo
cachos de toro o de ciervo o si realmente me quieres de esta manera tan babosa
y melosa y estúpida con la que te quiero y entonces siento como que detonan
dinamita en mi pecho y buuum tengo un hueco de diez por diez donde quedaban los
pulmones y te quiero meter ahí, o meter cualquier cosa, pero tú no entras
porque necesito metáforas complicadas y mariposas haciendo metástasis en una
piedra o en un papel para poder meterlas en mi pecho y llenar el hueco que
dejan mis sustos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario