miércoles, 21 de noviembre de 2012

Re-evolucionar


Necesitamos una revolución. Si, así como lo leen, una revolución. Todos lo saben bien, necesitamos una desde hace un buen rato, una que haga  temblar las bases y lo cambie todo de pies a cabeza. Eso si, no hablo de esa revolución en la que seguramente están pensando, esa que se amasa lentamente en los pasillos de las universidades publicas, en los foros de internet o en las reuniones sindicales. No, esa revolución me tiene decepcionado y sin cuidado. 

La revolución de la que hablo es una revolución literaria, una que cambie totalmente la manera de escribir. 

Últimamente me he dado cuenta que el oficio de escribir ha entrado en una etapa de desvalorización horrible. Tan horrible como las palabra desvalorización, economía, política, poder, dinero y guerra (todas groserías). No se si es impresión mía o si realmente esta sucediendo pero actualmente TODO el mundo escribe. Y esto no es malo en si, el problema esta en la clase de cosas que escriben y como se toman el oficio. Hoy en día cualquier pelmazo puede armarse unas tres o cuatro líneas malas, hacer un poema en verso libre y sale pa’ pintura, ya es un poeta consagrado. Hoy en día todos somos artistas y poetas del verso libre.

En mi opinión, el verso libre ha provocado una oleada de pseudo-poetas que llenan con sus cursilerías el internet (porque eso si, no nos atrevemos a publicar en otro lado y mucho menos intentamos escribir en un objeto distinto a un computador) y que buscan hacerse los interesantes diciendo que son escritores. Al carajo con esas personas, son simplemente farsantes a los que se les van a acabar las ganas de escribir cuando les termine de crecer el vello en los genitales. Si no es así tengan por seguro que entonces tendremos otro Coelho y un par de Best Sellers.

Y el problema no esta solamente en que todo el mundo escriba mierda, sino también en que las personas que tienen vocación de escritores (los que van a ser escritores de verdad) están escribiendo todos sobre los mismos temas bobos. Hace unos días, en la universidad, compré una revista independiente de literatura e ilustración. Imagínense la sorpresa que me lleve al abrirla y encontrar en los cuentos y poemas un estilo narrativo similar y unas temáticas idénticas a las que había leído ya en otros lugares. No se porque, pero o todos los escritores de esta generación son la misma persona o están todos leyendo lo mismo. No se siente esa chispa de innovación y se siguen dando cabezazos contra los mismos temas para escribir.

Quizás sea verdad lo que pienso a veces, que ya todo ha sido escrito. Quizás ya no halla nada más que hacer. Apague y vámonos.

Aun así, dentro de mi tengo la remota esperanza de que, en el momento y lugar indicados, aparecerá un grupo de personas brillantes que le darán un vuelco a la forma como se esta escribiendo. Si estas personas ya están aquí quiero que sepan que tienen todo mi apoyo. Dentro de nosotros sabemos que hay que cambiar estar mierda. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Puti-opinión


Ya hace un buen tiempo que no escribo y como es obvio, uno se siente algo oxidado. Quiero entonces recuperar cierta practica y tomar cierto ritmo escritural, así que a partir de ahora planeo subir como mínimo una entrada de opinión al blog de Putismo Literario. Sé que al principio no contaran con un ritmo narrativo sabroso y que tendrán una argumentación medianamente aceptable, pero aspiro y espero que a largo plazo mejoren y sean cada vez más claras e interesantes. Por ultimo quiero dejar en claro que estos textos no representaran la opinión colectiva de los integrantes del Putismo Literario, sino mi punto de vista particular. En todo caso, gracias a internet por esta porción de anonimato que nos da… eso de decir cosas sin que a uno lo detecten físicamente produce mucha comodidad.

Y quiero empezar este primer espacio justamente con esa temática de las identidades virtuales. Todos los días cientos de adictos desperdiciamos suficientes horas en las redes sociales. Digo suficientes porque no quiero reconocer las 5 horas que desperdicio diariamente desde que llego de la universidad hasta que, frustrado por no haber hecho ni mierda, me acuesto a dormir. Ahora bien, gracias a esta estúpida costumbre me he familiarizado tanto con el asunto, que puedo dar cuenta de los cambios que sufre la personalidad en estos sitios.

Si, también soy uno de ellos.

Creo que más que nada, lo que aporta y engancha tanto en las redes sociales (Facebook en mi caso) es esa falsa sensación de seguridad que transmiten. Pero esa “seguridad” se debe principalmente a que las personas detrás del computador no están en frente de la totalidad de la otra persona, simplemente tienen contacto con una parte del interlocutor. Cuando uno esta frente a frente con otra persona la comunicación no depende solamente de lo que se esta diciendo, sino también de factores extralingüísticos como lo son la expresión corporal y las entonaciones discursivas. En cambio, la comunicación por chat elimina la mayoría de estos factores y deja literalmente la conversación en esqueleto, solamente el mensaje escrito. Si no lo creen intenten decir un buen sarcasmo por chat.

 Al comunicarse de esta manera las personas inseguras se sienten más a gusto y empiezan a forjar una personalidad alterna que, en muchos casos, es mucho más interesante que la personalidad original. De esta manera las personas con determinadas falencias empiezan a mostrar una cara más fuerte de ellos, intentan llenar en la red social lo que les falta en la vida real. Y aquí viene lo divertido: Si son hombres se empiezan a sentir confiados, capaces de coquetearle a cualquiera de sus contactos, capaces de defender cualquier idea a capa y espada; si son mujeres son mas extrovertidas, abiertas a temas controversiales como la sexualidad e inclusive algunas se creen locas, imaginan vidas de caricaturas y series de internet.

Por mi parte puedo asegurar que fui victima de ese proceso que, para colmo de males, se da de manera totalmente inconsciente. Poco a poco y sin darse cuenta, uno comienza a vivir como siempre quiso, pero en una realidad virtual, mientras que en la realidad uno es el mismo perdedor de todos los días. Ese perdedor que no es capaz de hablarle a la gente porque le da pena o fastidio, o esa perdedora de la vida insípida que no quiere traer a acotación.

En fin, con todo esto no pretendo ni señalar ni excusar a los inestables usuarios de las redes sociales, en realidad mi objetivo es incitar a la auto-reflexión. ¿Sera que por medio de Facebook estoy demostrando lo que no soy? ¿Me estoy creyendo un cuento virtual que no podría sostener en la realidad? ¿Soy en realidad así? Sean las que sean las respuestas (o las preguntas) lo importante esta en darse cuenta de la farsa y empezar a esforzarse en la vida real por ser mejor persona. Vivir feliz como una lombris. 

Por cierto, soy un cura que predica pero que no aplica, así que les deseo suerte si lo intentan… por mi parte seguiré escribiendo desde el cómodo anonimato de internet, que es casi lo mismo que vivir una red social (y hasta  peor debe ser, igual de terrible que el titulo de la entrada). 

lunes, 1 de octubre de 2012

Niñito

Que me lleve el demonio
porque como hombre 
he fracasado

Que se detenga el tiempo 
y que me dejen en el vientre
sin ver la luz del sol

O que vengan a mi las mujeres
como moscas al pastel
por pura acción hormonal 

Que nadie me despierte
cuanto intento soñar
y encontrarme conmigo 

Todo esto me pasa 
después de rasparme las rodillas
jugando basketball

lunes, 24 de septiembre de 2012

Camaleón

Camaleón difunto, disuelto en colores.
Frunces la entre ceja,
palpando la avenida quinta.
La pulcritud está mediada,
por años de cohesión impartida.
Camaleón diciente, con piel de lagarto.
El tabaco de Solano mira paciente,
en la ventana la espalda de una doña.
Porcelana quebrada en la sala de estar,
Floyd sembrando tréboles de azúcar,
para malestar diabético,
ofreciendo un puesto en la fonda.
Camaleón fugaz, preso inconsciente de un lunar.
Pez racionado en plato de cartón,
flor de coca pasiva, bajo el paladar del niño.
Es el triste orgasmo de la corteza,
fruto bendito de tu lujuria.
Circuncidado en alma y espiritú.
Camaleón con ínfulas de absurdo.
Viene hoy, viene atrás, viene nunca, viene ya.
¡Que piernas y senos acunen tu bastardo nombre!
Irse queriendo, sin querer.
Aplastando bichos con saliva caliente.
Santa Lucía se quita el calzón para tu deleite.
Este es el lugar.
Lugarcito destinado a la insolencia del vocero caído.
Hoy tu sepulcro,
excavado por las garras que trepaste en otros.
Camaleón inepto, reptiliano, extraño y extrañado.
¡Son las diez y la piel se traba en azul humo,
haciendo mierdita tu cena!
Bien hecho. Bien jodidamente hecho Camaleón.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Toxico frutal


Prototipo erótico que sobrepasa las fronteras cognitivas
Toxico tónico atómico, química orgánica y radicales libres
Borrachera y vejez,
quizás luego el sexo,
Una remota ventana puede llevar al amor.

Cítrico
Amarillo

Amor por unos limones estrujados,
por unos melones anchos y rosados.
Frutas y verduras,
sangre que hierve,
mujer que ovula y vino tinto
en el paladar.

Nada es igual,
permanente o absoluto.
De esta manera,
absolutamente todo gira.

La piel madura de un durazno tierno
se esconde bajo su brazo inconexo.
Escurridiza como el humo metafísico
que llena a aquellos genios
inmateriales.

Duermo entregado al ridículo
al más absurdo
de los absurdos,
a la irremediable tarea
de tener que existir.

martes, 18 de septiembre de 2012

Incontinencia.

Ahí están de nuevo,
"Colega, explíqueme
es que no le entendí,
el tema es muy abstracto
y al parecer su poesía
me es inconcebible."

Si quieren todo masticado
mejor vayan a cagar 
colibrís.

sábado, 15 de septiembre de 2012

En blanco.

Hay más soledad
en los centros comerciales
que en el cuarto 
de un escritor;
Hay más pecado en las catedrales 
y en las iglesias,
que en la calle
y en los bares a los cuales
la gente sale a vagabundear;
Existe más justicia en los
ojos de los indigentes,
que en una estatua ciega que sostiene
una balanza con dinero
y un cheque en el bolsillo,
hay más hambre en la clase
alta que en los cambuches
que forman en las montañas 
los pobres sin hogar y sin techo 
a las fueras de Bogotá,
Hay tan poco sentimiento
por la humanidad
y tanta humillación por
los desamparados.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Desesperanza

El pan diario de los pobres,
de los necesitados,
de los desamparados
y de los solitarios.

El miedo de los afortunados,
de los empleados,
de los niños con sueños
y de los enamorados.

Intentos de lucha se erigen,
aparentemente fuertes
murallas inexpugnables
que en realidad son aire
"el aliento del valiente"

Se creen valientes,
grandes guerreros
de una época olvidada.
Supuestos marineros
que no conocen el mar.

También hay gente
que se dice optimista
y otra que realmente lo es.
Los primeros lo ocultan todo,
los conozco bien.
Y los segundos,
esos si no los entiendo
y me emputan.

Catástrofe temporal y espacial,
muerte cerebral,
infarto de afecto
que terminara en soledad.

Aveces es miedo de fracasar
porque la vida te da la espalda.
¿Es mucho pedir una cerveza
y una mujer?
Ya lo creo que no.

Algunos nacen con estrella
otros nacemos estrellados.
Todos nos morimos
ténganlo bien en claro.

¿Algo más que decir?

"Si no fuera porque aun tengo esperanzas
ya tendría una bala entre los sesos.
Si algún día llegan a encontrar mi cuerpo
tengan por seguro
que me mate en Domingo."

jueves, 6 de septiembre de 2012

Don't Try

La mayoría
están conformes 
con sus vidas.
A mi 
no me digan
que quieren revolución
porque nadie quiere sangre;
no de esa manera.
El día que las puertas
se abran
y llegue un hombre
loco y de su cuello
cuelgue un letrero que 
diga revolución,
habrá aves negras
gritando 
mientras abren sus alas
y buscan entre la basura
humana
algo digno de comer.

martes, 28 de agosto de 2012

Macarena

Tu cuerpo ira a la tumba con alegría
Macarena


domingo, 26 de agosto de 2012

Alter memoria.


 Bordeando el átomo
átono
mudo
Artefacto supuestamente humano
Desastre ultraterrestre
cataclismo
final

De frente contra una pared de energía negra, misteriosa pero infinita, fuerte e inexpugnable. Contra ella se estrellan varias lucecitas que explotan en ondas de colores vivos y desaparecían. Ella no está viendo eso, sabe que solo es el producto de la oscuridad de su habitación, el juego de las luces con el mareo del licor y una pisca de su imaginación. Es todo, ella no está soñando, pero tampoco está despierta. La lluvia toca una melodía oscura en su ventana, le pide que la deje entrar, pero la ventana está cerrada. Sellada.

El olor a tabaco y los sucios recuerdos del día la estremecen y le quitan el sueño. Cierra los ojos y las explosiones ocurren sin tregua, los escombros dibujan formas de sexo y violencia solo aptas para mayores de 12 años, los menores deben estar bajo la supervisión de un adulto responsable. Ella le teme al futuro, ella tienen miedo de ser muy  mala o de mentir. Ella se preocupa mucho por lo que dicen los demás y aun así hace lo que quiere. En su espejo se puede ver un frasquito de veneno amarillo, como el de las serpientes…

Es como los vicios y los problemas
es estar estancado
pariendo larvas
de mosquito
o de mosca

Es dar fe de que no se puede
salir de un vicio
dejar una costumbre
ser mejor persona
así sea para
sí mismo
los demás
valen huevo

NO SE PUEDE
SIN FUTURO

Luego de una taza de café viene una tajada de pan. Algo de mantequilla y el latido de ese corazón dizque vivo. Él ha sido condenado a la extinción social, al fracaso biológico como especie. Sus genes –dice el locutor de radio – no pasaran a la siguiente generación.  Incapacidad reproductiva y de socialización debido al vicio solitario. La maldita pornografía mental  se arrastra bajo las nalgas de su compañera de trabajo. El solo quiere un poco de sexo real, pero está atrapado por los pequeños vicios… su cárcel es su incapacidad de negarse a sí mismo unos minutos de placer.

No habrá redención para nadie.

Suenan los segundos en el cuarto, se alcanza a oír la respiración de su familia en las otras habitaciones. Con cada Tic cataloga milimétricamente sus acciones. Mide su pasado y su futuro con cada Tac. Desea tener el control sobre todo, absolutamente todo: sus acciones, sus tiempos, sus personas, sus conocidos, sus situaciones… todas esas cosas que no son suyas, pero que ella siente que le pertenecen. En realidad es por eso que ella orquesta sus macabras manipulaciones.

Queriendo evitar futuros errores que se cometieron en el pasado, ella niega el acceso de toda persona a su laberinto interior. Tiene miedo de que se rompa el delicado orden de control que ha logrado dentro de sí. Bien hecho  muñeca, los has jodido a todos. ¡Y él que pensaba que eras Perra! Más bien saliste Cicuta.

Recorriendo los laberintos
borracho de electricidad
y lleno de espinillas
murió el hombre
que no es el mismo
Hombre

¡También ha caído
la gran Ramera!
Babilonia prostituta
ignorante y condenada.

Canta alma del hombre
porque no conozco
que te debilita
Alégrate hijo de puta
porque aún no conozco
el origen del secreto.

Él les habló a todos
y de inmediato lo amaron
su rostro de duende
les dijo palabrotas
todos sonrieron al oírle
y yo pase desapercibido
Fui ignorado y desechado…

Entonces ella encontró, esculcando en la basura, a un muñeco de trapo atrapado en una tramposa botella de cerveza. Lo levanto, lo zarandeo y lo rompió hasta que pudo salir. También, dentro de la basura, había:

  •           Un par de gemelos que no eran hermanos (biológicos), de los cuales la mitad había triunfado y la otra mitad había fracasado. ¿Qué era lo que buscaban? No se sabe, solo buscaban algo.

  •           Tres carritos de cuerda, de aspecto destartalado y deprimente. A pesar del desgaste de la pintura, se podía apreciar que habían sido de un color verde fluorescente (de esos que brillan en la oscuridad). Ahora la mayoría del área metálica de los carritos tiene una capa gruesa de polvo y un vivo naranja oxido. Anotación extra: No tienen llantas.

  •          Una muñeca de trapo casi nueva. Es difícil suponer la razón por la que termino en la basura.

  •          Un Casete dañado de la banda pereirana Los cabrones no tienen cabras, grabado en el año de 1992.


Recorrido número uno por el museo de pinturas mediocres. Por favor, les rogamos no toca nada y mantenerse en la fila. Se pueden tomar fotografías sin flash durante el camino, pero está prohibido utilizar estas fotografías con fines comerciales. ¿Está todo claro? Muy bien, entonces empezamos…

Se podría decir que eran personas adictas al _____, pero cualquier afirmación sería atrevida. Decían que vivían su vida lo más rápido posible, que morir joven era la única salida, que no tenían más expectativas que consumirse rápido porque “la vida no era más que una continua desilusión”. Que idiotas. Aun así, con esas afirmaciones tétricas, se creían luchadores, guerreros de una dimensión épica de dragones y espadas largas (fijación fálica), juglares de una tierra gallega quemada y requemada, asesinos rompe-cráneos de las calles americanas…  

A la derecha de estos sujetos, una figura materna mediocre pero trabajadora pegada con saliva a una figura materna descomplicada y sensual (Nótese al Edipo rondando a estas figuras pictóricas). A la izquierda figuras paternas intermitentes y alternas, como las luces de una discoteca en fin de semana.

En diagonal a estos “guerreros del dolor” encontramos una curiosa representación. A pesar de que no es muy clara, se puede apreciar a un torito vestido de torero. Hay que hacer énfasis en que está utilizando de manera incorrecta el traje (según los conocedores de este mundo de la tauromaquia), símbolo probable de una exteriorización torpe y falsa de la personalidad. Aparentemente se está dejando manipular, pero guarda tras de sí una fuerza arrolladora. También se puede notar que va montado por una especie de Venus de plástico, de senos grandes y muslos amplios, pero sin cerebro que lo tiene atrofiado a corto plazo.

Y aquí está la última pintura.

-¿Qué me quieres, amor?
-Sí, no lo dudes.

Para evitar la estupidez en el tema del romance y el amor, el autor ha plagiado una frase de un libro y la ha pintado en unas cuantas hojas de cuaderno cuadriculado con un esfero dañado. Eso es todo, sin ninguna interpretación psico-alterna.

El recorrido ha terminado, pueden dispersarse señoritas.


Ha llegado el turno
de creer en algo
un momento de iluminación
quizás una muerte rápida
sin mucho dolor
y sin tanto miedo

“Explosión de un ego agobiado. Las tarántulas recorren mis manos como escalofríos. Ahora que me dispongo a hablar de mí se me quitan las ganas. Hablaría más mierda de la que cago, además recurro a clichés absurdos. Sueño con un culito caliente (Puta rubia de Playboy) y unos labios tiernos que me digan algo lindo (Alguna chica decente).  Esto, fue una muestra de lo ridículo que se puede llegar a ser cuando se piensa más de lo que se hace. No hay que pretender ser grande ni mucho menos querer que lo imiten, simplemente hay que escribir pa’ no morirse de aburrimiento.” Dijo Sultanito cuando le preguntaron porque escribía. Dos días después consiguió trabajo como jefe de una sección empresarial en un edificio alto de cristales muy limpios en la 100. Si, a Sultanito le pagan más que a tus papas.


domingo, 19 de agosto de 2012

Consejo.

No esperes después de la muerte
un tunel negro y vacío,
ni esperes,
que a través del 

recorrido,
se haga realidad
la sombra de tus recuerdos
más sanos y pordioseros,
no esperes después de la muerte
un cielo rosado,
con calles de oro
y gravedad cero.
Ni esperes después de la muerte,
la reencarnación en un insecto,
posiblemente
tu seas el insecto 
que decidió huir de la realidad
un quince de mayo,
tampoco esperes después de la muerte
una condena, o un infierno
lleno de gusanos y
gente llorando,
clamando por sus vidas,
no esperes después de la muerte:
nada,
ya lo que hiciste en vida,
fue suficiente.

viernes, 3 de agosto de 2012

Mujer espera: Andenes diluidos antes de existir



Subterráneo. El suelo está húmedo, el frío se mofa de mis rodillas temblantes y espero, espero por esperar. Ni trágica, ni comedia, el tren avisa que la próxima estación no apresura, miro las manecillas, me fumo una gota de lluvia y muerdo mi labio derecho. Un señor se acerca, Señorita, compreme a mi, compré la lotería, la suerte de su lado puede estar. Lo miro para que lo piense, con estos ojos ¿En qué suerte se puede creer?, suerte de existir, suerte de divagar, suerte de apartarse, suerte de esperar por esperar, suerte de que no existe suerte, suerte de que borré la suerte, suerte de que no debería venderse la suerte, suerte de qué, suerte sin suerte, dígame mujer sin suerte, sonríale a la suerte sin mujer. Me jodo, me muerdo la uña y camino al vagón. Mi luna se hizo pastilla, mi sol alcohol para no beber y estrellas no cuento, mis estrellas parecen prosa. Tengo veinti tantos, me repito que las callecitas no calman el malestar de la inconsciencia, pero dando por sentado que nadie tiene pies fijos en el asfalto, me encargo de masticar una hierbita medio sosa que me regaló el césped de un jardín ajeno. El del quinto piso me contó que yo no estaba, que no me encontraba, que me timbró como tres veces y como que me le perdí a la doña para que no cobrará. Yo le dije que sí estaba, que aun no me encontraba, que timbró dos veces con un pedacito de tercera y que esa doña me iba a sacar. Con el descaro de un gato sin pelos me dijo que tomáramos vino, por mí me lo tomaría a él, pero no está hecho de frutas y me produce pesadez siendo la hora del desayuno.
Aveces pienso, mujer, te vas acostumbrando a andar por el filo del silencio, contagiada por el susurro colorido de un teléfono con marcación de doble tono, como pitido de araña agarrada a la cama. Y de qué voy, si el billete me sale más caliente que las carcajadas, me tomo la palabra para decir que menosprecio cuándo los extraños se me acercan con cara de amistades, pero solo para hablar entre ellos de trivialidades como la modelo de una novela que a sus buenos cincuenta olvidarán por tener patas y hasta alas de gallo. Me pregunto que será de toda esta juventud, si no me la calzo en este instante. ¿Serían mis años latas vacías?
Las historias repetidas hablan de amar y vivir, le suelen contar el cómo de los porqués y barajan despacito con sutileza bandida que su alegría es un montoncito de nada asegurada, con berridos de bebé, esposos en corbata con secretaria incluida, un perro pequeño ladrándole a la vecina y un vestido descolgándose de las estrías mientras prepara la cena. Yo probé esas líneas, pero no me convencía amarrarme como bota de soldado antes de combate, me veo, me huelo, me tacto y no me siento como el guión de una tarde de Lunes.
Aprendí a caerme de lado, para que los golpes no dejarán moretón; debo muchos pesos a la doña, pero le debo más besos a esta boca. A los que esperan nunca les llega el tiempo, eso me lo repito, que no me llegue la pesadez arrugada, sin antes elegir llenarme con videitos de un pasado, que no se me caiga el pelo y las canas me aclaren, ya que mi razón no depende de mi coraza, pero si de cierto placer por ver una silueta fresca.
Tengo un sofá para apoyar mis tobillos cuando llueve y es lo que importa en este instante, no se me hacen hielo los dedos y mañana el reloj marcará la misma hora, con un día adicional.

martes, 31 de julio de 2012

Sobre el lagarto numerado y el teléfono negro I

Estilo de la entrada: Carente de brillo alguno, totalmente soso e insípido.


Nota aclaratoria: No.Se.Usar.Los.Signos.De.Puntuación. 




Introducción:




Silvia jamás existió. 



-Por aquí no ha estado, deberías llamar a Ramiro. Seguro se fueron al monte por hongos. 
-Si, seguramente... De todas formas gracias Ed. 
-¿Estas bien? Te oigo preocupada.
-No, para nada, solo he estado algo estresada estos días.
-Ok, no te preocupes. Si necesitas algo aquí estoy yo. 
-Si, lo tendré en cuenta. Gracias de nuevo. Chao Ed.
-Chao Silvia. 


Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiib


Silvia colgó el teléfono y se sentó desanimada en el sillón. Hacía cuatro días que no tenía noticias de Alejandro y ya se empezaba a preocupar. Cerró los ojos y dio un suspiro, contó hasta diez e intento calmarse. 


"Debe estar de paseo, es lo mas probable..."


Mas tranquila se levanto del sillón para estirar las piernas. Al hacerlo, boto al piso la libreta verde en la que anotaba los números de sus amigos. Se agacho para recogerla y de repente se sintió extrañamente mareada. A gachas se bamboleo entre el sillón y la mesa de centro, dio  una dos y tres vueltas para que su sien terminara besándose con una afilada esquina de madera.


Muchos años después, Alejandro Buenavista, ya casado y con hijos (empelotado y fusilado), solo se quejaba de haber tenido que cambiar la alfombra del apartamento por culpa de una rara mancha roja que apareció entre el sillón amarillo y la linda mesa de centro que, según Angela su mujer, era de cedro barnizado.  


Silvia desapareció una noche de carnaval. Silvia se fue y no limpio la mancha que dejó en el sillón.

sábado, 26 de mayo de 2012

El gesto ininteligible


Eterna aquella luna cortada a la mitad, que en un acto desesperado buscó una soga para colgarse y atrapó la vista de muchos espectadores que acosándola con su mirada aún esperan a que se reduzca a una estrecha línea de luz. Efímero aquel instante de ruptura entre razón y demencia experimentado por el séquito de malditos en la 26, todos acá todos allá, gritos, gemidos y sonrisas minimizadas a cada dos milésimas de nada.
Acongojada e inútil trasncripción de afecto, que entre mil letras y diez mil trazos equivalieron a la misera pisada del mosquito en arena tibia. ¿Dime, porque ahora la amapola me sonríe pícaramente?
Los pies se desestabilizan cuando muerdes el techo ¿Que haces allí arriba? Recuerdame alcanzándote una aguja y un limón, perforándote los poros, desapareciéndote en mí.
Absurda la mujer que abrió sus piernas para introducirse lentamente el sinsabor de la bajeza, rasgando sus fibras rosaditas, mutando en un objeto insustancial.
Saboréame. Tócame. Tírame. Saboreémonos. Toquémonos. Tirémonos. Todo en nada, nada para mi todo.
La salida está cubierta, cubierta por un mendigo que con costal de oro busca su basura.
Basura, basurita, quiéreme mientras te vuelvo trocitos.¡Qué tarde! ¡Qué triste! Nos olvidamos de contar con la ausencia.
Eso, colocaré palabras complejísimas para que duela leer... No engaño, no me gusta la complejidad, prefiero las latas de atún en la nevera, pintadas y pútridas, te prepararé una deliciosa cena.
Feliz mi inapetencia, que consume mis carnes pasadas de cuerpo, que devora lamiendo el ombligo de mis tobillos y la coherencia de mis textos.
Cianuro y cicuta, pócima formulada para los dientes, limpieza inmediata de cualquier sensación de suciedad, venta libre y sin medicación.
No más que la voz entre mis labios estorbando entre tu lengua y aliento, déjame invadirte con delicadeza.
Uno, cuatro, doce... Las calles en la ciudad se rocían con saliva cálida ¿Puedes enseñarme a caminar sin tropezarme de nuevo con tu rechazo visceral?

miércoles, 9 de mayo de 2012

Daño Al Vacío

Manifiesto de la nada
Negación de la dimanación

Existe un hombre
El que muere por nada

Somos ancestros de la historia
Hijos del tiempo

Reproducimos los hilos
De nuestra obnubilación

Realidades emanando contradicciones
Hechos para la transformación

Fractura del mundo, en un pensamiento
Equivocación del ser material

Somos polvo Y dueños de la incertidumbre
Existe una mujer Trascendiendo en desespero

Conocimientos vacíos
Serviles a los dioses

Escupitajos de monstruos
Enclaustrados en la psiquis

Viaje deseado A la infinitud
Siendo negro Con la luna

Siendo más….
Sin un color

Y más fuerte
Que la conciencia…

Valgo 10 montañas
Sin cambio de uso, ni cambio de sol

Muero todos los días
En una tragedia

Sin importar lo de allá
Me siento de acá

Pertenezco a los desarraigados
A los que no tienen tierra

Ese mundo de humanos
Pregonando el momento

En un grito de asombro
Reclamando el final

Única realidad
Conciencia del poema

La muerte recuerda
La vida sepulta

Sentidos traidores
Cotidianidad inútil

Odio retratado En un fusil
Amor movido por el deseo

Impulsos necesarios para la supervivencia
Motivación de un suspiro

Va caminando el surgimiento
De una nueva constelación

Repetición de un dolor agónico
Del eterno devenir

Contaminado por la ingenuidad
De la esclavitud de la ignorancia

Me siento indescifrable
En tanta trasgresión

miércoles, 25 de abril de 2012

La impalpitante bomba del vacío


Vacio, causado por la llenitud
Bomba terrorista
En campo sagrado
Sangre impalpitante
Vuelo extasiado
Aquel bocado de alegría
Ya fue digestado
Esperanza muda
Naufragio inevitable
Burbuja resurgente
Astronauta con rumbo al infinito
Segundo acumulado
Es la púpila de tu mirada


KIYA

Alucinaciones I


NOCHE

Acido - Marihuana
y los días se confunden entre luces y pájaros
Luces y pájaros,
dime si el humo no se ve interesante.
Trocitos de papel, un encendedor,
un poco de habilidad,
babas y ya estoy.
Ahora dime si el humo no se ve interesante.

Aun no me saco esa mirada de la mente
Yo sé lo que vi, lo puedo jurar.
Blancos azulados y el sudor
piernas, cabezas y trajes,
los ligues de tu sostén
y esos ojos que decían:
“Mándalos a todos a la mierda,
solo somos tu y yo
tres minutos y todo un rato”

¿Qué fue lo que dijeron
estos ojos que no se usar?
Bizco y embobado,
no me sorprendería.
Responde espejo de mostaza
porque ya me confundo de fecha
y aun así no vomite hoy
aunque puede que vomite mañana
esta y aquella son a la larga
esa la misma noche.













Una noche verde y blanca,
quizás otra función sea
ácida, azul y toda oscura
que a la larga son la misma.
Recuerdo bien mi huida
y un buen trago de cerveza
Recuerdo tus poros abiertos
y la gravedad que nos hablaba.

Y tu carne en mis manos
Caderas antisépticas y
curvas efervescentes
que quitan la pesadez
la acides
y la llenura
como la sal de frutas Lua.

Al rato, 
cuando quise darme gusto,
(cuando quisiste volverme visible)
no encontramos dirección,
y el universo se puso en contra mía
déjenme contarles:

Bajaron cinco Cristos verdes
de un cielo de hipocresía
con un instrumento rojo
hecho con los pelos del diablo.

Y mis manos te querían quitar la cara,
el cuello, la clavícula,
el pelo y de paso los labios.

Imbécil infortunado.

La lengua se me atrofió
y como diría cualquiera
“no pude articular palabra”

Por la derecha entonces
la lluvia empezó a fastidiar,
aburrido acto tuyo
que acabo con la posible magia.
Cállate,
eso sí fue tu culpa.















Y me quede solo,
con el deseo nocturno.
Morfeo me llevo en burra,
oscuridad y soledad
como en los viejos tiempos
todo porque te fuiste.


Miento, tengo compañía.
Se llama María y es verde,
le dicen Juana y está loca
a veces es fuerte
otras una dulzura.
Nena, ella, a diferencia tuya
no me va a dejar jamás.

lunes, 16 de abril de 2012

Los gemidos del grillo

Ese deseo  de arrancarse la cara, surgía siempre tras una copa de vino y una guitarra desafinada. No solía padecer de vergüenza ¿Acaso eso existe?. Era una tarde tal vez de un dieciséis, sentía la boca seca y decidió sacar del refrigerador un jugo azul que le recordaba los pies de su abuelo difunto, veía de nuevo la imagen de su padre llorando, como un fantasma que sollozaba desconsolado tras la despedida del anciano, la chica corto las uñas de su abuelo y se las llevo a la boca, masticándolas lentamente, sintiendo como le punzaban la lengüita y brotaban pequeñas gotas de sangre de las papilas, ahora era parte de ella aquel hombre que le había enseñado a descuartizar grillos en un pastizal a las afueras de Bogotá a escondidas de su mamá y sus hermanitos pecosos. Terminado el jugo fue a lavarse las manos, tomo el cepillo y lo deslizó tomando todos los nudos de su cabello maltratado, no soportó más de dos tirones y con las tijeras fue cortando mechón tras mechón. Se tomó una foto sonriendo fríamente ante el foco de la cámara, mientras la luz jugaba de testigo, retándola a no mentir, pero cuando hace frío y solo un vestido sucio cubre tu silueta, es más fácil mostrar los dientes como seña de perdición. La comida quería hacerla festín, lamer sus caderas y atragantarse de mujer, para qué querría asomarse entonces en el plato de cereal que había servido dos semanas antes. La leche ahora era una mezcla compacta, amarilla y fétida, ella deslizó los deditos, untó uno de ellos y lo acercó a su hombro. Se sentía bien y deseo continuar con el jugueteo, pero tocaron la puerta. Ella solo quería ser feliz.
En la mañana un tipo de cuarenta y tantos años llamó a la vieja del 315, después tomo una navaja y rajó su cuello de izquierda a derecha, el perro se encontraba aullando y la vieja solo dijo: "El me pidió una urna de cristal".
El muchacho aún tocaba la puerta y la chica vacilaba danzando de puntitas, cuando abrió la puerta, el semáforo de la esquina cambió a verde y un ladrón tuvo que detener su fuga, maldijo en Alemán soltando lo que parecía una caja y un niño de rizos rubí rió. La chica toma al muchacho por la nuca y le besa la boca, la lengua, los dientes, los ojos, las pestañas, el cuello, un lunar, la oreja, la quijada y el pelo. Un gato se lame sobre una urna de cristal, dentro de ella está un anillo de bodas del año 52 y un guante con una particularidad. Nadie investigó el cadáver de Susana Díaz porque creyeron que los peces habían tragado sus dedos. El guante tenía tiritas, tiritas de piel muerta. El muchacho no se contiene y le quita el vestido a la chica, para su sorpresa, el estómago de ella le muestra una foto con aquella sonrisa frente a la cámara y así, completamente desnuda, la chica lo baña con leche cuasi queso y comienza a devorarlo, descuartizándolo como su fuerte abuelo le enseñó.

sábado, 24 de marzo de 2012

Convergencia incompleta


Parecía que las llantas levitaran sobre el pavimento, parecía que la lluvia llegara como un ejército dispuesto a conquistarlo todo, parecía que el tiempo se acelerara para dejarnos a todos atrás…

En este momento ya no importa nada, moriremos inevitablemente de una u otra forma y no habrá manera de impedirlo, es dedicarnos al goce o a la trascendencia. Es como cuando la peste azoto a Europa, solo que esta vez es en menor escala. Nadie entendería. Si yo pudiera volar ya hubiera sido Prometeo, hubiera traído la salvación a nuestro mundo y no andaríamos todos destrozados.

Esto fue un asunto serio.

A la hora de la verdad siento que no importa mucho donde va el punto o la coma si se logra transmitir la idea. No quiero que mis pacientes escojan una manzana antes que una golosina, si pudiera inyectarles azúcar en lugar de insulina lo haría. Aun odio las superestructuras semánticas, y no me hablen de las macroestructuras, la inyección letal no es divertida.

Letal… letal… como me da vueltas esa palabra. Letal ella, letal todos. Letal un abrazo, un beso y un roce. Letal un cuchillo, una navaja y una noche de copas. Letal el ánimo exaltado, las luces titilantes y los problemas en la calle. Mucho cuidado, a mí ya no me gusta salir de noche.

Nos morimos, despacio y ni te das cuenta.

Son esos momentos desesperantes en los que sientes que cinco tipos de traje blanco, calzoncillos curiosos, sombrero a la no-moda y bastones negros te acorralan en un callejón de película americana. Es entonces cuando miras al piso y ves que ese día unos niños dibujaron una rayuela, jugaron a ir al cielo y al infierno y luego se fueron… y ahora estas aquí, acorralado y bien jodido. No puedes ponerte a jugar la rayuela de citas graficas-musicales- literarias infinitas de las que solo conoces dos cuadros y lees un pedazo de tiza que quedo tirado en la esquina del basurero.

Entonces ves a los peces caer pesados sobre la ciudad, intentas escapar pero el frio se te sube por la espalda, se te mete y te paraliza. Ahí viene un pez:
-¡Imbécil! Mamá te dijo que no le dieras la espalda a la ventana, entraba mucho el frio.
-Lo siento, simplemente se me olvido ponerme la chaqueta.
-Sabes que te da asma cuando te expones al frio. ¿Quieres morirte?
-No, no quiero.
-Ah bueno, entonces adentro. Estas castigado.

No siento necesidad de que nos presentemos, de una u otra forma, en esta u en otra vida ustedes y nosotros ya nos conocemos, no es necesario vernos al espejo.

Intentar expresar una idea clara o una serie de hecho de manera lineal y estructurada es una tarea un poco difícil. Más si se el autor se empeña en lograr una descripción detallada del lugar o de la situación en la que el personaje se está viendo atrapado. Es como intentar desenredar esto: La cabeza de un niño sueña con un final  apocalíptico. En realidad sucede algo así dentro de su mente, pero su hermano no lo deja concentrar, así que intenta con algo más sencillo: Una nutricionista de camisa morada. Es fácil recordarla por que la vio de noche y la invito a beber Vodka; así que su mente procurara fastidiarlo lo más que se pueda durante toda la noche. Entre tanto el hermano del niño piensa en que está bien metido en problemas, en la noche lo chuzaron y no sabe si tienen chica o no. Pero esto no le importa al niño porque está concentrado en la nutricionista de los anuncios de neón.

Tranquilo chico, es toda cuestión de que confíes en mí. No te dejare, todo se pondrá mejor. Encontraremos un bar en donde emborracharnos, te voy a abrazar como nunca lo he hecho (por qué no me gusta tocarte, entiéndeme) y luego, mientras duermes te dejare un mensaje en el espejo que diga alguna mentira para que no te me entristezcas mucho. Luego de eso voy a conseguirme otro chofer e iré a buscar algo que hacer en a ciudad. Créeme, te quise en serio.

Y sabemos que nos vamos a morir nena. Te digo que es mejor que nos durmamos todos.
-Entonces muchachos, para la próxima clase quiero que tome cada uno de los párrafos y que aíslen la idea principal. Ah! Por cierto, aquí tengo sus calificaciones, pasen a recogerlas. Adiós.

Se va la maestra, los alumnos se ponen de pie, algunos cuchichean y otros van directo al escritorio de la maestra. Cada uno toma su examen y empiezan a comparar notas.

-¿Cuánto sacó?
-Mierda, tres dos, ahora sí que me tiro la materia. ¿Y usted cuanto sacó?
-Cinco, menos mal.
-¿Qué hizo viejo?
-No tengo idea…

¿Recuerdas cuando manejamos ese auto a más de 100 km/h?  Que sentíamos como las llantas se deslizaban sobre la carretera llena de agua. ¿Te acuerdas? Sacaste la cabeza por la ventana y dejaste que la lluvia te corriera el maquillaje, te veías más flexible y tranquila, como si o acabáramos de robar una estación de gasolina al mejor estilo de las películas. Seguramente terminaríamos como coladores, como Bonnie and Clyde en una encrucijada… pero que importa, estábamos que nos morimos y aquí estamos todavía, corriendo a 99 Km/h. No entiendo mi manía de hablar en pasado. Aquí esta nuestro sarcástico dios y nuestro absurdo placer.

Ahora el propósito está en saber que hacer ahora. Si nos estamos muriendo y no pude hacer nada para salvarlos por lo menos debería conseguir una forma para distraernos. No sé, pero anoche se me ocurrió hacer unos títeres de papel, eso seguramente los distraerá. Les contare una historia que se cómica y que les haga olvidar nuestras penas. Los hare felices, de todas formas nos vamos a morir… hare que no estemos tan jodidos, no esta noche.

Tan solo di  una palabra y listo. Puedo ser más frio que el hielo del congelador.

El joven tomo de la mano a su hermanito, miro a la derecha y no venían ningún auto, miro a la izquierda y tampoco venia nada, así que su cerebro le dijo a sus piernas: “Señoritas, a trabajar, muevan este armatoste al otro lado de la calle.” Las  piernas muy obedientemente empezaron a moverse, lo que el cerebro no se dio cuenta es que de la esquina derecha venia un Ford clásico a una velocidad impresionante que no le dio oportunidad de reaccionar y que mando todo su imperio a volar 4 metros sobre el nivel del suelo.
Alcance a creerte cuando me dijiste que querías que llegáramos juntos a la Ciudad, pero simplemente querías llegar antes de que él se fuera para darle un beso de despedida. Me tomaste como tu segundo chofer porque el chico que se disfrazaba de criatura había muerto por una picadura de escorpión.  En fin, aun vamos en este automóvil y no das dinero para la gasolina, nena escúchame, se acaba la gasolina y a pesar de que no vallas del todo aquí tienes que aportar porque yo ya me duermo y puede que terminemos estrellándonos con algo o alguien. Las luces empiezan a fallar. Creo que… siento que… si, me estoy perdiendo…

A la señora fatalidad no le gusta avisar cuando va a llegar.

Si alguien se dio cuenta ya todos están muertos. Fueron cuatro cuerpos jóvenes que se recibieron: un muchacho de unos 15 años, un niño de unos 6 o 7 (que lastima que un niño tan pequeño muera) y un par de jóvenes de aproximadamente unos 21 años que no tenían documentos. En serio, me parte el alma ver a gente tan joven morir. Los padres de estos niños están afuera esperando, destrozados… nada más que decir, no quiero llorar, la vida sigue pero no nos incumbe. Cambio y fuera. 

sábado, 3 de marzo de 2012

Hielos atomatados

-Me duele la lengua 
-Te dije que el hielo no se tragaba así
-Quema
-Sopla para adentro
-¡Ahh, ya!
-¿Ya?
-Si, ya
-Bueno
-Hueles a madera
-¿Y como es eso?
-No se, creo que sucede cuando compartes mucho tiempo con los árboles
-Tu tienes pasto aquí, y aquí
-¿De qué te ríes?
-Es gracioso
-El pasto no es gracioso
-El pasto no, pendejo, estar aquí
-¿Porqué?
-Cuando llamaste me estaba preparando un sandwich
-Con tomate
-¡NO!
-Al parecer aún te da asco
-Ya no lo supero
-Y,¿Entonces?
-Y entonces, qué
-Nada
-Pues nada
-No te creía capaz de aceptar esto
-Ni yo
-¿Quieres?
-No
-¿Porqué?
-Me produce agrieras antes de las tres... Pareces chimenea asmática
-¿Me pasas el encendedor?. Gracias.
-No había notado esta cicatriz
-Es reciente, me mordió un perro hace seis meses
-Por joderlo
-Por güevón, creía correr más rápido
-¿Hace cuanto te dejaste crecer la barba?
-No recuerdo
-Me hace cosquillas fastidiosas
-A mi me gusta
-Yo no dije que me molestaba
-Todo igual
-Sí, tu entiendes
-No entiendo nada
-Detesto cuando te haces el idiota
-No me hago nada, hablo como sale
-Piensa un poco más
-¿Eso te funciona?
-Le funciona a todos
-A mi no
-¿Para qué la Polaroid?
-Para tomar fotos
-Eso lo se
-¿Entonces para qué preguntas mujer?
-No te dejas ayudar, estás jodido
-Estamos
-Yo no
-Por lo menos no me traumé por un gusano
-Era asqueroso
-Me ha pasado y no por eso desecho la comida de mi dieta
-Es diferente
-No
-Los tomates no son indispensables en mi vida
-¿Yo tampoco?
-Hablo de tomates
-Responde
-Qué
-Lo sabia
-Qué
-Me desechaste cual tomate con gusano
-No
-Si
-¿Porque llamaste?
-Llovía
-Y qué
-Que de qué
-Ah, YA NADA
-Nada
-¡PUES NADA!
-Hielo
-¡Que NO!
-Quema
-Está frío, no jodas
-¿Soplo o soplas?
-¿Importa?
-No sé
-Entonces
-¿Quieres tomate?
-Largate a la mierda
-Querida, estamos aquí hace dos días
-Lo olvidaba, solo... No te quemes más con hielo.

viernes, 2 de marzo de 2012

martes, 21 de febrero de 2012

Con moscas en los ojos.




•Calle Pendeja con 23. 8 am. Estación de bicicletas.

Todos tienen prisa. Corren como diminutas hormigas que se queman las patas con arena caliente, el semáforo danza con la lucecita amarilla, provocando ardor en las rodillas de los ejecutivos y otros tipos de disfraz de paño.
Una anciana que vende dulces se ve obligada a tomar con los dientes las monedas en el piso que una tal Luz le lanzó mientras cruzaba la calle con su caja de chicles sabor a canela roja artificial, para ocultar el hedor de sus papilas debido a su falta de crema dental.
Flip que está a mi lado me mira y dice: Hoy tus moscas tienen sed.  
Yo sonrío.

• 8.30 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Recepción
-Nombre.
-Atea Púrpura.
-Documento de desigualdad.
-143pezpardoconají.
-Edad.  
- 22 y un cuarto.
-¿Tiene cita con el doctor Eggman?
-Me dijo que podría visitarlo,
-Espere por favor en esa sala.

•8:32 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Sala de desespera, con un tv ignorante.
En el canal polimeroidiotez hay un marrano y dos zorras presentando un informe de cómo cazar en el bosque, conseguir carne fresca pisoteando bichitos y no morir en el intento. Interrumpen la emisión para dar paso a una rata que escandalizada muestra las imágenes de un rebaño de ovejas que se cansaron de ser devoradas  y arremetieron contra los lobos.
Flip arruga su nariz y apoya su cabeza en mi hombro y me dice que le agrada el bando de las ovejas negras, yo le doy un beso en la lengüita y le digo que solo las ovejas luchadoras logran ser televisadas y tergiversadas en monstruos.
-Señorita Púrpura, Eggman la espera.
•8:47 am. Instituto de optometría para el tratamiento de moscas. Consultorio 665+1 del Doctor Eggman.
Imagine usted que se encuentra sentada en un sofá y hay dos libros, uno al lado izquierdo y el otro en el derecho. Sobre cada libro una imagen se proyecta y hace sonidos indicando el contenido de sus letras. ¿Cuál tomaría usted? ¿El que le causa confianza porque se relaciona con algo antes visto? O ¿Acaso tomaría ese otro que la aterra y no desea tocar?, si se inclina por la segunda opción desobedecería a lo que su sentido común le advierte ¿No es así?” Atea sus moscas tienen sed porque se están hidratando mal, las moscas pueden morir si usted sigue optando por tomar la segunda opción, mantenga sus moscas en armonía si desea ser una persona normal.
Conozco al Doctor Eggman hace 36 años, sus moscas intimidan y sin embargo son vivaces. Una vez por sugerencia de mi mamá me regalo una de ellas, así que la puse en el lagrimal izquierdo, desafortunadamente murió a los 12 días porque las moscas de los doctores se derriten con el ácido de mis retinas.
Saliendo del consultorio Flip me agarra por la cintura y me dice que tiene hambre, que vamos a comer, que le ruge la panza, que se le metió un león.
•10:23 am. Restaurante Grasa Arterial. Mesa 5.
Un niñito jugando. Un tenedor. Paul come con Lucy. Chocolates con jamón. Clarita es la mesera. Un vagabundo entra y pide pegante con jabón.  Andresito disfrazado de Peter Pan. Amnesia. Un tomate. Angelita y Miguel Ángel. Trip. Corderos. Hannibal Lecter pide mi número.  Soft Rock. John Lemmon. Un Che alegre. Una mariposa muerta. Una canción olvidada.  Una zanahoria congelada. Un cuervo pintado. Flip y sus ojitos de neón me miran.
Flip no tiene moscas, el se las trago.
Flip no tiene edad, el se la bebió.
Flip no tiene dios, el lo hizo bistec.
Flip no tiene alma, él la hizo caramelo y me la regaló.
Cuando conocí a Flip sus manos sudaban y olían a menta con naranja. Estaba sentado pintando a un pintor que se llamaba Flip, que estaba sentado pintando a un pintor que se llamaba Flip.
Lo primero que me dijo fue azul y ahí me enganche a sus pantalones verdes y sus extrañas mechas revueltas con pasto y tierra.
Pedimos Pizza de óleos y malteada de arcilla.

•12:21 pm. Apartamento de Atea. (Flip relata esta parte)
Soy jodidamente suertudo. Tengo las mejores ideas, los mejores ojos, el mejor cuerpo, la mejor sonrisa, la mejor canción, las mejores piernas y hasta las mejores teticas. Tengo a Atea. Eso es lo que tengo. Y también tengo hambre. Siempre tengo hambre. Tengo hambre de Atea.
Estamos en el colchón mirando las estrellas caminando junto al sol. La ropa nos pesa. El teléfono estaba sonando así que me lo comí. Posé mis dedos en el pelo de Atea, baje por su nuca hasta la espalda y le dibuje un camaleón para que le susurrara cosas bonitas. Atea es muy linda, pero no me gustan sus putas moscas. Con una aguja le hago cosquillas en las tijeras y le gusta.
Atea tiembla, yo la cubro con una manta y me encanta verla dormir, pero no me gustan sus putas y apestosas moscas.
Con ella recorremos semáforos y asfalto.
Pasto y tierra. Semillas y desiertos.
Con ella tengo veinte hijos y no somos padres.
Atea sabe a dulce de leche tímido y huele a campos de fresas en invierno.
Atea es muy linda, pero no me gustan sus gran putísimas moscas.
•7:38pm. Apartamento de Atea. Colchón sudado.
Flip duerme con la boca abierta, a veces ronca y otras habla dormido. Siempre deja baba en la almohada. Me coloco los calzoncitos de cartón y su camisa de Lotus Flower. Me siento en el sofá. Al lado derecho un libro con una princesa cantando. Al lado un libro con un tipo mordiéndose los codos.
Flip se levanta y lleva puesto mi vestido negro, se sienta a mi lado y con sus dedos extrae suavemente mis ojos de sus cavidades, posa sus labios sobre ellos chupando las moscas, cuidadosamente los devuelve y me abraza.
Flip me dice: Mierda, sin moscas en los ojos todos vemos mejor y me lee la historia de cierto hombre que se preparo un buffet con sus codos y tobillos.