Las cosas son,
como dicen por ahí,
para aquél que las necesita.
como dicen por ahí,
para aquél que las necesita.
Y yo,
como no veo nada reprochable
en tan práctica regla
obedezco
sin pensarlo dos veces.
como no veo nada reprochable
en tan práctica regla
obedezco
sin pensarlo dos veces.
Así que,
frente a la necesidad fisiológica
ante un mar de ácido úrico
no me queda más opción
que orinar en cualquier sitio.
frente a la necesidad fisiológica
ante un mar de ácido úrico
no me queda más opción
que orinar en cualquier sitio.
He orinado en la 127.
No es que no quisiera
o que me diera pena
tener que atravesar la calle
en dirección al caño
saltar el separador
darle la espalda a los concesionarios
a los hoteles
a las clínicas
a los apartamentos
y tener que buscar un árbol
sacar el chimbo
si, el chimbo
y relajar mi esfínter
para que saliera la orina
y se dirigiera
sin intermediarios
al hediondo caño
mientras la gente
con miradas disimuladas
murmuraba
por mi falta de cultura
o de cordura.
o que me diera pena
tener que atravesar la calle
en dirección al caño
saltar el separador
darle la espalda a los concesionarios
a los hoteles
a las clínicas
a los apartamentos
y tener que buscar un árbol
sacar el chimbo
si, el chimbo
y relajar mi esfínter
para que saliera la orina
y se dirigiera
sin intermediarios
al hediondo caño
mientras la gente
con miradas disimuladas
murmuraba
por mi falta de cultura
o de cordura.
si orino en un caño
en un árbol
o en un baño,
he orinado
sin pena ni gloria
en la 127.
Mucho muy interesante *se rasca la barbilla y alza una ceja* es como cuando uno orina al pie de la estatua de Bolivar.
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