POEMA AL PUTISMO

Como vivimos, entramos a una lenta brisa, como sentimos entramos a una paz inhabitada, desolada de sendos imaginarios de locura. Así como morimos, quizás la única verdad absoluta, indignados por un falso mundo lleno de cuerpos sin realidad, mundito odiado sin querer tu bajeza encontrar una sola gota perdida en la infinitud inexistente de cambios inmejorables, cambios que nos producen terror, lastima de esas palabras perdidas interminables por la mente y acabadas por liricas sin contenido. Cosas vomitadas incesto de banalidad. No nos encontramos estamos levitando en irrealidad, ¡muero ya, Mueres tu! Pero no nos encontramos, ¡algo pasa! ¿Que es? Dormida, te encuentras dormida! ¿En dónde? ¡No lo sé! De pronto en tu sueño, o mejor en tu muerte. No! No! No creo! Es mentira, dulce voz tenebrosa, el silencio vuela, se golpea con tu piel, se quema entre tu voz, digiere el paraíso, es feo, nos da debilidad y nos apreta la garganta como un remolino delicado. Son tus lagrimas derrotadas al viento, son esos deseos vacíos, vacíos de error y de fantasía dolida! Determinados por la lluvia, por el sol, por Dios, por ti, y por tu endeble elipsis de amor.