Necesitamos una revolución. Si, así como lo leen, una revolución. Todos
lo saben bien, necesitamos una desde hace un buen rato, una que haga
temblar las bases y lo cambie todo de pies a cabeza. Eso si, no hablo
de esa revolución en la que seguramente están pensando,
esa que se amasa lentamente en los pasillos de las universidades publicas, en
los foros de internet o en las reuniones sindicales. No, esa revolución me
tiene decepcionado y sin cuidado.
La revolución de la que hablo es una revolución literaria, una que
cambie totalmente la manera de escribir.
Últimamente me he dado cuenta que el oficio de escribir ha entrado
en una etapa de desvalorización horrible. Tan horrible como las palabra
desvalorización, economía, política, poder, dinero y guerra (todas groserías).
No se si es impresión mía o si realmente esta sucediendo pero actualmente
TODO el mundo escribe. Y esto no es malo en si, el problema esta en la
clase de cosas que escriben y como se toman el oficio. Hoy en día cualquier
pelmazo puede armarse unas tres o cuatro líneas malas, hacer un poema en verso
libre y sale pa’ pintura, ya es un poeta consagrado. Hoy en día todos somos artistas
y poetas del verso libre.
En mi opinión, el verso libre ha provocado una oleada de pseudo-poetas que
llenan con sus cursilerías el internet (porque eso si, no nos atrevemos a
publicar en otro lado y mucho menos intentamos escribir en un objeto distinto a
un computador) y que buscan hacerse los interesantes diciendo que son
escritores. Al carajo con esas personas, son simplemente farsantes a los que se
les van a acabar las ganas de escribir cuando les termine de crecer el vello en
los genitales. Si no es así tengan por seguro que entonces tendremos otro Coelho
y un par de Best Sellers.
Y el problema no esta solamente en que todo el mundo escriba mierda,
sino también en que las personas que tienen vocación de escritores (los que van
a ser escritores de verdad) están escribiendo todos sobre los mismos temas bobos.
Hace unos días, en la universidad, compré una revista independiente de
literatura e ilustración. Imagínense la sorpresa que me lleve al abrirla y
encontrar en los cuentos y poemas un estilo narrativo similar y unas temáticas idénticas
a las que había leído ya en otros lugares. No se porque, pero o todos los
escritores de esta generación son la misma persona o están todos leyendo lo
mismo. No se siente esa chispa de innovación y se siguen dando cabezazos contra
los mismos temas para escribir.
Quizás sea verdad lo que pienso a veces, que ya todo ha sido escrito.
Quizás ya no halla nada más que hacer. Apague y vámonos.
Aun así, dentro de mi tengo la remota esperanza de que, en el momento y
lugar indicados, aparecerá un grupo de personas brillantes que le darán un
vuelco a la forma como se esta escribiendo. Si estas personas ya están aquí
quiero que sepan que tienen todo mi apoyo. Dentro de nosotros sabemos que hay
que cambiar estar mierda.